El impacto de la demanda energetica




Uno de los más graves problemas de la actualidad es la demanda de energía, de ello derivan los constantes apagones que vive el país. Se puede analizar todos los posibles puntos que originan el problema.
Seguidamente, se evidencia lo del fenómeno del niño y el bajo nivel de los embalses; veamos la otra cara del asunto, el uso de la energía, los productos electrónicos que entran al país, por los principales puertos, cuyas especificaciones técnicas muchas veces son ignoradas.
La posible solución de este problema, podría ser el ejercicio de energía solar en algunos hogares de Venezuela que consuman elevada energía.
En detalles técnicos notemos, en promedio, un refrigerador consume, 725 Kwh. / año, en iluminación 850 Kwh. / año, en televisión unos 450 Kwh. / año, en lavadora 200 Kwh. / año. Son aproximadamente 2225 Kwh. / año en un hogar de 3 personas.
Excelente, ahora analicemos la situación actual, el poder adquisitivo del venezolano ha aumentado, permitiendo tener uno o varios aires acondicionados. Cada aire que es usado con moderación sólo cuando hay mucho calor, puede consumir unos 3000 Kwh. / año si lo multiplicamos por 3 habitaciones de un hogar nos da aproximadamente 9000 Kwh. / año. Esto nos da que en diez años pasamos de consumir 2225 Kwh. / año a consumir 11225 Kwh. / año, como un caso dado en un hogar de 3 personas.
Entonces tenemos dos frentes de lucha, uno es reducir el consumo de los electrodomésticos, el otro hacer algo para liberarle cargas al sistema nacional hidroeléctrico, Venezuela tiene una capacidad instalada de 17.700 MW.
El problema está en creer que sólo un tipo de energía va a ser la solución que el país necesita, los ríos se secan pero el sol nunca se apaga, entonces ¿por qué no usar energía solar?
Imaginemos, que el estado promueve un combo de energía solar, que incluye uno o dos paneles solares, un regulador, un acumulador de energía, y otros equipos necesarios para la instalación del sistema, que sea de fácil instalación.
Tenemos que no es sólo en lo hogares donde más se consume electricidad, un gran porcentaje del consumo está en los establecimientos comerciales ¿Cuánta es la demanda de energía allí?
Sabemos que una inversión de este tamaño sería imposible de costear para un hogar o un negocio con precios desde los Bs. 7000 a Bs. 50000 o más, es el total que te da una empresa privada.
Entonces, debe ser una tarea del estado invertir en un proyecto de central de energía solar, aprovechando la coyuntura de nuestros espacios geográficos.
Poseemos proyectos como el parque eólico Paraguaná, la velocidad del viento en la Península de Paraguaná fluctúa entre los 7 y los 9 metros por segundo, esto es, de 25 a 30 kilómetros por hora, siendo en La Guajira un poco menor, lo que constituyen, espacios óptimos para la instalación de molinos eólicos (aeromotores) agrupados en grandes cantidades (parques eólicos), que sirvan para generar electricidad en forma barata, ecológica y sustentable. Estos aeromotores son máquinas que transforman la energía eólica (viento) en energía mecánica (turbinas) generando así energía eléctrica.
Un aerogenerador produce al día la misma cantidad de electricidad que la que producirían tres toneladas y media de carbón o una tonelada de petróleo. Al no quemarse esas cantidades de petróleo y carbón cada aerogenerador evita la emisión a la atmósfera de 4.109 kilos de dióxido de carbono, 66 kilos de dióxido de azufre y 10 kilos de ácido de nitrógeno al año, principales gases causantes del infecto invernadero y de la lluvia ácida. Cada aerogenerador produce en un año el mismo benéfico efecto en la atmósfera que 200 árboles adultos.
La empresa estatal Petróleos de Venezuela S.A. había proyectado iniciar en el año 2005 la construcción, en la península falconiana de un desarrollo eólico, llamado “Parque Eólico Paraguaná” instalado en un área de 921 hectáreas, integrado por 27 turbinas de 1,5 megavatios, los que daría a este parque una capacidad de 40 megavatios por año, a un costo de 56 millones de dólares. Este proyecto está actualmente paralizado.
Cual sería el costo de llevar a cabo un proyecto de generación de energía solar en Venezuela, usando los territorios áridos del estado Falcón, por ejemplo, emplear estos espacios improductivos para crear energía solar en Venezuela, tomando el ejemplo de países como China que ha destinado gran parte de sus recursos para desarrollarla.
China aspira producir 20.000 MW (megavatios) con las plantas de energía solar para el año 2020 (actualmente producen 1800 MW), superando con creces la demanda actual de energía en Venezuela.
Deben ser los científicos venezolanos los que promuevan investigaciones que nos lleven a impulsar estas energías, a tocar las puertas de los entes gubernamentales y alertarles sobre los problemas que crean tanto la generación hidroeléctrica como la termoeléctrica.
Pues de ello, depende nuestro futuro energético en la era post-petrolera que se nos avecina en los próximos 70 u 80 años, pues debemos estar preparados para solventar los problemas económicos y sociales que podrían ocurrir cuando esto pasó, sabiendo que Venezuela posee una economía con ingresos petroleros del 87 % con respecto al producto interno bruto (PIB).
Carlos Luis Leal Ollarves
Twitter: @LealOllarvesC

La revolución verde, no tan verde.





La revolución verde, no tan verde.

La revolución verde, fue una iniciativa llevada entre las décadas de 1960 y 1990, que nada tenía que ver con el cuidado del ambiente. Fue llevada a cabo por Norman E. Borlaug (http://es.wikipedia.org/wiki/Norman_E._Borlaug) un fitoplantólogo estadounidense nacido en el estado de Iowa en 1914 en pleno comienzo de la I guerra mundial.

Sus trabajos comenzaron en México en 1945, donde junto a algunos agrónomos mexicanos, crea nuevas y más eficaces formas de cultivar la tierra, a través de los monocultivos, logro crear variedades de trigo enanas y más resistentes a las enfermedades, lo que logro que en 1956 México fuera autosuficiente en su producción de trigo.

Corrían los años 1960, y Borlaug expandía su revolución agrícola que llamaba “verde” por las naciones en desarrollo como, India, Pakistán, Turquía, Túnez, España, Argentina, China, entre otros. Se implementaban los biocidas y los fertilizantes a base de petróleo, que gracias a su bajo costo, sobre todo en la cesta venezolana, permitían que estos países pudieran adquirir estos productos.

En principio todo iba bien la revolución verde impulso a esta naciones en desarrollo, las cuales hoy gozan de un desarrollo nunca antes visto pero poco a poco se vieron las consecuencias de esta bonanza.

La contaminación a causa de los biocidas y fertilizantes son la causa de la contaminación de las aguas en estos países. La población de Punjab, India fue la que tuvo más auge y que luego caería estrepitosamente, Punjab ayudo al desarrollo de India pero India se olvido de Punjab, un estudio realizado por la Mesa de Control de Contaminación de Punjab, reveló que el 65% de la población tenía mutaciones en su ADN.

El estudio encontró niveles de arsénico y mercurio de alta peligrosidad en las aguas subterráneas de Punjab, sustancias usadas en los biocidas y fertilizantes químicos que fueron usados sin medida ni control, y las personas toman estas aguas contaminadas.

La gente muere de cáncer y otras enfermedades, los niños envejecen prematuramente y mueren, en la leche materna se encuentran trazas de teratógenos y también en la sangre de sus pobladores. Parece que una maldición fue arrojada a esta provincia de la India.

Pero sin ir más lejos conocemos casos parecidos en el estado Lara como en Quibor y Río Claro, en los que los casos de mutaciones son uno de los más altos del país, en mujeres embarazadas se destacan los abortos, malformaciones del feto, cáncer; causados por teratógenos, entre los que se encuentran los derivados de ácido fosforico y poseen una acción fisiológicas similar a todos los organismos fosforado extremadamente tóxico como uso frecuente son: El Parathion, Diazinon, Malation, y otros, estas sustancias se transmiten a través del aire y se adquieren al organismo por la piel, por vía oral o respiratoria.

La revolución verde paleo la hambruna en gran medida pero también es la causante de los males del presente y del futuro. En 1970 Norman Borlaug recibió el premio novel de la paz, pero ¿lo merecía realmente?, a caso sus investigaciones no previeron el gran daño que se le causo a los ecosistemas, al ser humano.

Cada día se talan árboles en el mundo, en Brasil y también en nuestro país para sembrar, destruyendo un ecosistema natural único y vital para nuestra sobrevivencia como especie predominante, porque el oxigeno que producen los bosques como el amazonas no pueden producirlo ni mil revoluciones “verdes”.

Atravesamos la peor crisis alimentaría de la historia que tiende a empeorar, países como China que exportaban cereales, ahora los importan pero para criar animales. Y mientras la demanda sube, la producción decae, aumentan los problemas ecológicos.

Me pregunto ¿hacen falta revoluciones “verdes” o hacen falta revoluciones de verdad? Para salvarnos como especie y salvar al planeta, solo volviendo a equilibrar los ecosistemas podremos lograrlo.

Carlos Luis Leal Ollarves

Impactos ambientales en Venezuela durante el 2008.












Impactos ambientales en Venezuela durante el 2008.

En Venezuela, durante los últimos 10 años, se ha observado un deterioro en materia ambiental sobre todo en el área de presupuesto, el abandono que se observa en los parques nacionales es muy importante, la decisión del gobierno nacional en cerrar los parques a las ONG del ambiente ha sido un grave error pues ha permitido que las mafias madereras pongan sus manos sobre las importantes reservas forestales presentes en ellos.

En materia de legislación ambiental, Venezuela alcanzo los niveles más importantes pues ha creado leyes y ordenanzas de avanzada a nivel mundial, pero que muy pocas veces se ejecutan. Es pues Venezuela un país con mucho potencial ambiental por explotar.

Esta pendiente la creación de un parque nacional en lo que hoy es la reserva forestal del Caura y solucionar muchos problemas ambientales como:

Manejo inapropiado de los residuos sólidos domésticos (basura) y de los rellenos sanitarios existentes en el país, en particular dentro del área metropolitana de Caracas. Especial preocupación existe por la cantidad de vertederos manejados sin criterios técnicos, sanitarios y ambientales, y la lenta transformación de los mismos en rellenos sanitarios debidamente administrados.

Contaminación atmosférica debida a la alta densidad del parque automotor de las principales ciudades, el poco mantenimiento de los vehículos particulares y de transporte público y la deficiente supervisión y control de las fuentes fijas y móviles por parte de las autoridades competentes.

Persistencia de la minería ilegal en el sur del país.

Proyectos agrícolas, turísticos y de infraestructura, locales, regionales y nacionales, que parecieran no contar con las debidas Evaluaciones de Impacto Ambiental (EIAs) que establece el marco jurídico vigente, incluyendo la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

Presupuesto deficitario especialmente para el manejo de las áreas protegidas, particularmente aquellas con fines de protección como presupuestos para Parques Nacionales, Monumentos Naturales y Refugios de Fauna Silvestre. Ello ha limitado su planificación, monitoreo y conservación

Comercio ilegal de animales y plantas silvestres, especialmente en las carreteras de San Felipe (Yaracuy), Barlovento (Miranda), Morón (Carabobo), Chichiriviche (Falcón), Píritu (Anzoátegui), y las áreas del Delta del Orinoco (Amacuro) y Guayana (Bolívar).

Deforestación para el desarrollo de proyectos de infraestructura y transporte, sin la correspondiente reforestación de sus zonas próximas.

Pérdida de la biodiversidad debido a la deforestación, la fragmentación de los ecosistemas y el sobre-aprovechamiento de animales y plantas silvestres, principalmente en zonas protectoras y/o de amortiguamiento de las ciudades.

Participación limitada de los sectores científicos, académico, tecnológico y las ONG en las consultas públicas promovidas por diversas autoridades, para tratar temas ambientales y proyectos normativos específicos.

Contaminación de los principales niveles de la cadena trófica (suelos, aguas, vegetales, animales y seres humanos) por biocidas y/o agroquímicos en general, particularmente en la región de los Andes.

Cacería furtiva particularmente en Los Llanos.

Inseguridad en algunas áreas naturales protegidas próximas a varias ciudades del país, que debilitan la propia actuación oficial en su protección y su uso por parte de la ciudadanía.

Débil actuación oficial frente a los ilícitos ambientales, especialmente por parte de la Fiscalía General de la República y la Defensoría del Pueblo.

Acceso limitado y restringido a la información ambiental pública, y en especial de las EIAs de los grandes y medianos proyectos de desarrollo.

Carlos Luis Leal Ollarves

La energía solar en Venezuela











La radiación solar que alcanza la Tierra puede aprovecharse por medio del calor que produce, como también a través de la absorción de la radiación, por ejemplo en dispositivos ópticos o de otro tipo. Es una de las llamadas energías renovables, particularmente del grupo no contaminante, conocido como energía limpia o energía verde. Si bien, al final de su vida útil, los paneles fotovoltaicos pueden suponer un residuo contaminante difícilmente reciclable al día de hoy.









La energía solar en Venezuela es muy poco utilizada, solo es implementada por los entes gubernamentales en sitios apartados de la geografía nacional, a través de paneles instalados fuera de las casas en los denominados caseríos rurales.

Hace aproximadamente dos años escuche de la creación de una empresa estatal destinada a la fabricación de paneles solares, aunque no se han conocido más noticias al respecto.

En Venezuela son muy pocas las empresas que se dedican a la importación de estos panales solares, lo cual eleva sus costos pero a sabiendas que el aprovechamiento de la energía solar es de gran importancia por razones como: es gratuita, no contamina el ambiente, entre muchas otras.

En un eventual momento en cada hogar venezolano podría estar instalado un sistema de energía solar, integrado por uno o varios paneles solares, un regulador, un convertidor de carga, una batería recargable. Cuya implementación a largo plazo seria la respuesta a la creciente demanda de energía.

Hay algunos importadores que ofrecen traer paneles solares de unos 12 o 70 V con precios desde los 4000 Bs. o más. La pregunta es ¿podrían las políticas energéticas del estado venezolano reducir los costos de los paneles? La respuesta esta en el Ministerio del Ambiente, cuyas políticas en materia forestal no han sido muy buenas sobre todo en el Estado Lara, donde tengo experiencia; pero apartando esos acontecimientos debemos reconocer el éxito que han tenido los llamados bombillos ahorradores, que nos proporcionan la luz blanca de la que hoy gozamos y que han reducido el consumo de energía en un porcentaje nunca antes visto.

Una vez encaminado el proceso de implementación de la energía solar, con paneles más baratos, serian las organizaciones ambientalistas las encargadas entre otras de ser el motor que impulse la revolución de la energía alternativa en Venezuela y en América Latina.