Análisis del derrame petrolero en el río Guarapiche, sus consecuencias y posibles soluciones


-Aclaración- Escribo este artículo, como un análisis preliminar de la situación acontecida en el estado Monagas, basándome en artículos de prensa y tratando de adelantarme a ciertos acontecimientos que podrían, estar aconteciendo en los ecosistemas de los cuales depende el cauce del río Guarapiche.
Para arrancar, debemos primero, dejar en claro la relación entre el Estado Venezolano y PDVSA (empresa estatal), y podríamos hacer una analogía entre estos, con la relación entre un padre que sería capaz de ocultar las conductas deplorables de un hijo suyo; así actúa el Estado ante, por llamarlo así, los errores de Petróleos de Venezuela S.A.
PDVSA es una empresa con ingresos anuales de unos 90.000 millones de dólares, debería tener mejores planes de contingencia, que los demostrados durante este derrame. Por supuesto, que ver a trabajadores de una de las empresas petroleras más grandes del mundo, tratar de contener un derrame de crudo sin el equipo adecuado, es una situación para la vergüenza nacional.
La pregunta que surge es, ¿Contemplaba el Estudio de Impacto Ambiental del Complejo Operacional Jusepín estos acontecimientos? Este debía contemplar la alta sensibilidad ambiental, que tienen los ecosistemas, tanto acuáticos como terrestres, que habitan allí, en este caso de ecosistemas de manglar.
Cuando analizamos el impacto del derrame de petróleo en el río Guarapiche, podemos predecir que en los ecosistemas de agua dulce, la ictiofauna sería la primera en estar impactada, el primer evento es la muerte de las especies de peces que habitan el cauce del río. El petróleo cubriendo los bancos de desove de la ictiofauna, imposibilitaría la regeneración de una buena parte de la población de peces.
Cabría hacer un monitoreo de la fitobiota acuática, un análisis de las algas en zonas calmadas del río, determinando por niveles de clorofila, la capacidad de resiliencia ambiental al agente contaminante, tomando en cuenta que este tipo de fitobiota tiene un nicho ecológico de filtración de las aguas.
La vegetación que circunda el lecho del río Guarapiche, es de manglar, es decir, está conformada en mayor frecuencia por especies de mangle, que es una especie halófita, que tiene capacidad para asentarse en entornos salinos, y que son una transición entre los ecosistemas acuáticos y terrestres, es por lo tanto un ecotono. Sobre las raíces del mangle, habitan especies de cangrejos, caracoles, ostras, entre otros, es decir, animales pequeños que se ubican allí, para protegerse de los depredadores.
Por supuesto, que no hay posibilidades de que estos animales hayan sobrevivido; y desde ese caso, vemos otra consecuencia sobre el ecosistema, y es que cuando el petróleo derramado se deposite sobre las raíces de los mangles, el crudo será absorbido y causará el desecado de estas especies en unos tres o seis meses.
Lo que traería a largo plazo, que el suelo quedará desprotegido ante la acción de la corriente, que ocasionaría una erosión que hará perder, un proceso de sucesión ecológica que se venía dando a raíz de la deposición de material sedimentario.
Estos ecosistemas de manglar, son un importante punto de paso para migraciones, especialmente de aves, en su condición de ecotonos tiene una diversidad biológica única que incluye valores, tanto de ecosistemas terrestres como acuáticos.
La pregunta es, de las especies sobrevivientes ¿cómo cambiará el metabolismo, peso y adaptabilidad a lo largo del río Guarapiche, hasta su desembocadura? Lamentablemente estos son valores, no tomados en cuenta por el Ministerio del Ambiente.
Es una frase muy citada la que dice: “El peor enemigo del ambiente, es el ministerio del ambiente”, por la poca capacidad de respuesta, que este tiene, ante los problemas ambientales; sí analizamos la capacidad que tiene para proteger espacios naturales, como todos los ecosistemas del país, dejaría mucho que desear en comparación con experiencias ambientales en países como Costa Rica, por citar un solo ejemplo.
Ante las posibles soluciones que se tendrían que dar, está el uso de fitorremediación, es decir el uso de plantas para extraer estos contaminantes, por otra parte, el lavado natural que causa el río en su paso, disminuirá los niveles de contaminación. Queda como una labor de los profesionales de las ciencias ambientales, determinar la mejor manera de limpiar los mangles para evitar el desecado.
Antes las posibles soluciones queda preguntarnos, ¿El ministerio del ambiente tiene la capacidad de llevar a cabo con éxito soluciones, que logren devolver el equilibrio ambiental en los ecosistemas que circundan al río Gurapiche? Y esa pregunta en un llamado al gobierno nacional, ante el pobre presupuesto que las investigaciones y soluciones ecológicas tienen, en la primera autoridad nacional en materia ambiental, y que no sea, solo la cuna de la burocracia ambiental venezolana, que poco hace en pro del ambiente.
Ojala estos acontecimientos sirvan, para fomentar el voluntariado ambiental y la participación de ONG’s, que si estén dispuestas a colaborar con la recuperación de estos ecosistemas, y no se convierta en un conclave del ministerio del ambiente.
Además debemos que estar muy pendientes, de los procesos de remediación en la cuenca del río Caura, luego de las actividades de minería ilegal que ahí ocurrieron, y que a pesar de esto, por razones políticas, aun no se ha declarado parque nacional.
Carlos Luis Leal Ollarves
Twitter: @carlosluisleal
Barquisimeto, Venezuela

Decreto de preservación de las aguas, de Simón Bolívar

Con criterio singularmente moderno, Bolívar dicta en Chuquisaca, el 19 de diciembre de 1825, un decreto que prevé la preservación de las aguas, su uso racional, y la conservación de los bosques, así como la reforestación

SIMÓN BOLÍVAR,
Libertador de Colombia y del Perú, etc., etc., etc.

Considerando:

1º Que una gran parte del territorio de la República carece de aguas y por consiguiente de vegetales útiles para el uso común de la vida.

2º Que la esterilidad del suelo se opone al aumento de la población, y priva entre tanto a la generación presente de muchas comodidades.

3º Que por falta de combustible no pueden hacerse o se hacen inexactamente o con imperfección la extracción de metales y la confección de muchos productos minerales que por ahora hacen casi la sola riqueza del suelo.

Oída la diputación permanente,

Decreto:

1º Que se visiten las vertientes de los ríos, se observe el curso de ellos y se determinen los lugares por donde puedan conducirse aguas a los terrenos que estén privados de ellas.

2º Que en todos los puntos en que el terreno prometa hacer prosperar una especie de planta mayor cualquiera, se emprenda una plantación reglada a costa del Estado, hasta el número de un millón de árboles, prefiriendo los lugares donde haya más necesidad de ellos.

3º Que el Director general de agricultura proponga al gobierno las ordenanzas que juzgue convenientes a la creación, prosperidad y destinos de los bosques en el territorio de la República.

4º El Secretario general interino queda encargado de la ejecución de este decreto. Imprímase, publíquese y circúlese. Dado en el Palacio de Gobierno en Chuquisaca a 19 de diciembre de 1825.

SIMÓN BOLÍVAR

Por orden de S. E.,