Reflexiones sobre la crisis económica de Venezuela


(31 de mayo de 2016)- La actual crisis que vive Venezuela era la crónica de una muerte anunciada, como aquella novela de Gabriel García Márquez, en la que se sabe que el protagonista murió pero no quién lo mató; el país tarde o temprano sufriría un declive económico cuando los precios del petróleo cayeran como pasó.

Durante los últimos 12 años, el gobierno nacional construyó un modelo económico llamado socialismo del siglo XXI o socialismo a la venezolana, que en la práctica no fue más que un capitalismo de Estado al mejor estilo soviético. Las empresas estratégicas estaban en manos del Estado pero este fue más allá expropiando tierras, empresas de alimentos, de electricidad, entre otros, en fin el Estado entró en la economía totalmente.

El gobierno aplicó el modelo bajo la premisa que sus gerentes socialistas, representaban al hombre nuevo, correcto, honrado, altamente motivado por el amor a su patria, pero como la ley de Murphy dice si algo puede salir mal, saldrá mal, los gerentes socialistas en su mayoría resultaron individuos corruptos, ineptos e individualistas.

Esto es debido a que el ciudadano venezolano, entre los que me incluyo, es egoísta e individualista, como lo ha demostrado la historia solo las empresas familiares han prosperado y se han mantenido en el tiempo, ejemplo empresas Polar, Grupo Cisneros, Alfonzo-Rivas, entre otros.

Nadie trabaja sino por su propio bien o el de su familia, entonces el concepto de empresa comunal no aplica al grueso de la población, no dudo que hallan comunidades que puedan producir en armonía pero no es la regla sino una excepción.

El gobierno queriendo imponer este modelo socialista comunal expropió a su antojo, desalentó la inversión privada, frustró el emprendimiento y cometió un segundo pecado no combatió la delincuencia y apoyó las invasiones muchas veces cometidas por delincuentes, esto promovió el éxodo campesino más grande de la historia, la poca población de los campos venezolanos fue a parar a las ciudades y hoy el 90% de los venezolanos viven en ciudades.

Las fincas expropiadas fueron digamos “saqueadas” por las bandas formadas por el ministro Juan Carlos Loyo, que habitaron esas fincas y los fines de semana mataban una res o un cochino y hacían un festín hasta que los animales se acabaron y se fueron, pasó sobre todo en el estado Apure; luego formaron empresas socialistas que terminaron quebradas o pidiendo recursos constantemente al presidente Hugo Chávez.

Después de todas estas políticas erradas, el aparato productivo venezolano cayó y su vacío fue llenado con amplias importaciones, cuyos trámites dejaron dilatados casos de corrupción y desfalco a la nación.

Luego de esto a partir del año 2011 empezamos a ver casos de desabastecimiento de productos esporádicamente en los supermercados, hasta la situación agravada a partir del año 2013, luego de la muerte de Hugo Chávez, incluso si observamos el dólar negro que antes de la muerte de Chávez cotizaba a través de una página llamada la lechuga en Bs 22 y que luego de la muerte de Chávez subió a Bs 29, comenzando un proceso de crecimiento acelerado hasta los Bs 1000 de la actualidad.

Todo se importaba y con la popularización del dólar negro, la clase comerciante empezó a responder a esta tasa de cambio generando la espiral inflacionaria que hasta hoy continua, por supuesto, que esto no exculpa al gobierno que en primer lugar convirtió al país en un súper importador.

Los controles de precios ayudaron a destruir el aparato productivo pues los productores debían producir a pérdida o venderlo en el mercado negro. Los productos regulados desaparecieron totalmente y esto incrementó la clase comerciante del país en su variante informal, que especula con la comida y los alimentos de los venezolanos.

La aparición de los bachaqueros representa el abismo donde se hunde el socialismo y los valores que intentó establecer en la sociedad venezolana y que degeneró en el capitalismo más salvaje de la historia, esto se traduce en la destrucción moral de la República.

Se presenta un alto funcionario de gobierno corrupto, un funcionario policial corrupto y delincuente cómplice de los bachaqueros, un comerciante acaparador y especulador y un ciudadano de a pie convertido en buhonero de la comida y las medicinas, es como si todas las plagas se hubiesen ensañado contra Venezuela.

La economía venezolana la constituyen hoy los oligopolios, fomentados por el mismo gobierno al desalentar el emprendimiento, estos son pequeños grupos de productores que controlan el mercado mediante la oferta, ellos no pueden satisfacer el mercado venezolano.

Entre las características de los oligopolios esta que los precios sean altos, porque no hay suficientes productores, a lo que el gobierno respondió con control de precios, una lista que no actualiza constantemente, expropiación e importaciones, cuando el problema real está en el emprendimiento, solo nuevas empresas, nuevos productos, nuevas marcas cambiarían el estatus quo.

Con esto el gobierno impide que surjan nuevos productores, nadie invierte en un país que no respeta la propiedad privada, por supuesto, los precios suben, se aplican controles de precios y los productos desaparecen, creándose una clase económica parasita como son los bachaqueros.



El gobierno no cree en la competencia, piensa que esta es una característica capitalista, y no es capaz de competir con otras empresas a través de sus empresas socialistas y tampoco quiere que otras empresas privadas compitan con las empresas monopólicas y oligopólicas del país. Esta es la gran paradoja del modelo económico socialista.

Otro problema del modelo es el pavor que le produce la publicidad, como no cree en la competencia, no promociona sus productos, en contraposición acude a la propaganda para promover sus ideales políticos, esto hace que sus empresas solo tengan un impacto regional, nacional y no puedan convertirse a futuro en empresas exportadoras.

En contraposición, que distinto sería un modelo que promueva la competencia, que muchas empresas produzcan el mismo bien, y se genere tanta oferta que seamos capaces de exportar ese producto. Qué desarrollo alcanzaríamos si creásemos zonas económicas, si ordenáramos nuestro territorio para el desarrollo y no la anarquía que se vive hoy, con las invasiones. Solo un modelo moral podrá cambiar el destino de este país, que sufre un declive de su moral y su ética en todas sus estructuras.   

Carlos Leal Ollarves



El agua potable en Venezuela, ¿un recurso finito?



En un artículo anterior se dijo que Venezuela carecía de políticas ambientales reales, y lo es porque en nuestra Nación la variable ambiental está relegada no a un segundo o tercer lugar sino a un décimo o décimo primero, evidencia de esto es la actual crisis por el acceso al agua que sufren muchas ciudades de Venezuela, como Barquisimeto, Maracaibo, Valencia, entre otras.

Sobre las políticas de planificación integrada de recursos hídricos de Venezuela, sabemos poco o nada. Cuando se construye un embalse el mismo puede tener una vida útil de 40, 50, 60 años, es variable según distintos factores ambientales, como geología, textura del suelo (Arena, limo o arcilla), entre otros, pero antes que el embalse cumpla su vida útil y complete su proceso de colmatación (acumulación de sedimentos en el vaso de la presa) se debe sustituir con un nuevo sistema de abastecimiento de agua a la población, ya sea por pozos, nuevos embalses o plantas desalinizadoras de agua como último recurso.

Entonces, la política de planificación integrada de los recursos hídricos, debe responder a las demandas de crecimiento poblacional del país, entre las ciudades que están creciendo con mayor velocidad y las nuevas ciudades donde queremos promover el desarrollo industrial del país. En todo caso, no hemos pensado cuándo nuestras grandes ciudades como Maracaibo, Barquisimeto o Valencia llegarán al límite de su capacidad de carga, las mismas ya están mostrando indicios de ello a través de la escasez de agua, y el Estado ha respondido con cortes programados, donde algunos habitantes tienen acceso al agua 3 o 4 días a la semana.

Pero no vemos un plan de contención ante un problema que se agravará en los próximos cincos años, en el caso de la ciudad de Barquisimeto desde hace 40 años, se ha venido construyendo un embalse en el Parque Nacional Yacambú, denominado proyecto Sistema hidráulico Yacambú-Quibor, tenía por objeto abastecer de agua a los campos agrícolas de la depresión de Quibor, conocida como El Valle de Quibor, esta es un área estratégica para la seguridad alimentaria de la Nación, y otra parte del recurso hídrico vendría a abastecer a la población barquisimetana.

Pero este proyecto fue elaborado hace 40 años, y ante el crecimiento poblacional de Barquisimeto, aunado a la construcción de miles de viviendas nuevas en la ciudad por la Gran Misión Vivienda Venezuela y las crecientes protestas por falta de agua en las comunidades, ¿el Estado usará el agua de riego para la agricultura para abastecer a la población?

 Aunque bueno también es evidencia que desde hace muchos años no hay planificación de los recursos hídricos, si bien el Estado venezolano no ha hecho mucho sobre el abastecimiento de agua potable es porque prefiere las represas para generación hidroeléctrica, en el año 2006 se inauguró la represa de Caruachi, y en 2012 se inauguró Tocoma,  forman parte de los últimos represamientos a lo largo del río Caroní.

Si observamos un poco la historia todo empezó en 1956, cuando el gobierno de Gral Marcos Pérez Jiménez planificó la actual central hidroeléctrica Simón Bolívar mejor conocida como embalse El Guri, en 1957 se comenzó su construcción truncada por el derrocamiento del Gral Pérez Jiménez en 1958, la obra finalizó más de 20 años después en 1978.

Ciertamente, durante aquella dictadura se descubrió el gran potencial hidroeléctrico de la cuenca del río Caroní que se materializaría con la construcción de los embalses El Guri, Macagua I, II y III,  Caruachi y Tocoma. El río Caroní es nuestro brazo hidroeléctrico, pero ¿es necesario proteger la cuenca hidrográfica del río Caroní?, ¿será necesario evitar los procesos de erosión que pueden reducir la vida útil de nuestros embalses por acumulación de sedimentos?

La textura del suelo se divide en orden de tamaño de mayor a menor en Arena, Limo y arcilla, la arena tiene un gran poder abrasivo, tan fuerte que el proceso de arenado consiste en lanzar arena a alta presión para pulir metales, es usado para retirar la pintura de los tanques de guerra. Ahora lo que pocos saben es que cuando existe deforestación el agua de los ríos arrastra gran cantidad de sedimentos (rocas de variado tamaño, arena, limo y arcilla), existen mecanismos para retener las rocas de distintos tamaños según su granulometría pero la arena suele colarse y su poder abrasivo va desgastando el metal de las turbinas de generación hidroeléctrica.

Ahora volvamos a una ciudad como Barquisimeto cuyos sistemas de abastecimiento de agua tienen su inicio en embalses sobre cuencas hidrográficas poseen gran contenido de arena por la característica mayormente semiárida de las regiones larenses. El río Tocuyo represado en el embalse Dos Cerritos, abastece de agua a los municipios Morán, Jiménez e Iribarren (Capital Barquisimeto), pero como se dijo este río atraviesa zonas semiáridas donde abunda la arena y esto provoca que los sistemas de bombeo fallen por deterioro de las bombas, por la misma acción abrasiva de la arena ya mencionada.

Pero, ¿dónde están los planes y proyectos para el manejo de estas cuencas hidrográficas?, no existen, por eso decimos que no existe mucho menos una política ambiental en el país, no se está haciendo una gestión adecuada de los recursos naturales que sostienen nuestra sociedad.

Si observamos bien los grandes problemas que afectan a Venezuela tienen conexiones con la variable ambiental, esa que está en el último lugar de importancia, como hablamos el problema del agua, de la energía, de la alimentación, de la contaminación atmosférica (Calima en las ciudades), basura en las ciudades, incendios forestales, enfermedades como el zika y la chinkunya, se parecen a las 7 plagas que azotaron Egipto, un castigo de la naturaleza, pero no es más que un problema de gestión ambiental.

El gobierno nacional arrancó el plan arco minero, para “salir de la crisis económica” esto se traducirá en la deforestación de miles de hectáreas de bosque, contaminación de las aguas, aumento de la erosión eólica e hídrica, alteración del equilibrio ecológico, entre muchos otros impactos ambientales negativos, y la pregunta que queda en el aire, ¿cambiará el régimen climático de Venezuela con todos estos desequilibrios?

¿Qué nos espera en los próximos cinco años?, si al sur de Venezuela están los mayores recursos hídricos de la nación, ¿por qué estamos dañando la única vía de escape para evitar la sobrepoblación de nuestras grandes ciudades?, un ser humano puede vivir 8 días sin comer pero solo 3 días sin beber agua, tres días con temperatura ambiental moderada claro.

Ante estos problemas pregunto, ¿por qué dejamos lo ambiental en el último lugar de importancia?

Carlos Leal Ollarves
Licenciado en Estudios Ambientales
Maestrante en Gestión de Recursos Naturales Renovables y Ambiente (con énfasis en Estudios de Impacto Ambiental



La política ambiental inexistente de Venezuela: Una verdad incómoda


En el año 2012 el entonces presidente de Venezuela Hugo Chávez, presentó al país un nuevo plan de desarrollo económico y social del país, conocido como el Plan de la Patria, el mismo contemplaba cinco objetivos históricos que se debían perseguir, el quinto objetivo era “Salvar el planeta y preservar la especie humana”, y estaba acompañado por una serie de acciones en pro de la conservación ambiental y del desarrollo sostenible, tal como manda la constitución de 1999.

Pero como todo sabemos el recién reelecto presidente de Venezuela, Hugo Chávez falleció antes de tomar posesión de su tercer mandato, y ante esto, el país eligió a su sucesor político como presidente del país, Nicolás Maduro debía aplicar el mismo plan de gobierno pero en un giro inesperado para muchos el nuevo gobierno fue por un rumbo distinto.

En 2014, Maduro suprimió el antiguo Ministerio del Poder Popular para el Ambiente, y pasó sus atribuciones a un nuevo ministerio llamado Ministerio de Ecosocialismo, Vivienda y Hábitat, lo cual implicaba la fusión de dos ministerios Vivienda y Ambiente, algo totalmente descabellado y a lo que muchos profesionales nos opusimos abiertamente.

La fusión era un error porque un ente generador de impactos ambientales como el ministerio de la vivienda no podía regularse a sí mismo. La Gran Misión Vivienda Venezuela contempla la construcción de más de 2 millones de viviendas y ha generado grandes impactos ambientales, como la disminución de la disposición de agua en ciudades como Barquisimeto, que ya rebasó su capacidad de carga como ciudad, es decir, ya no soporta más habitantes.

Otro caso es el del estado Mérida, donde la GMVV ha construido gran cantidad de viviendas y edificios de varios pisos a sabiendas que la región presenta alto riesgo sísmico. En términos generales la GMVV se ha encargado de sobre poblar las ciudades en vez de crear ciudades nuevas.

Nuestra Constitución promueve el desarrollo sustentable, es decir, un equilibrio entre el desarrollo social y político, con el desarrollo económico y la preservación del ambiente. El modelo socialista bolivariano se apoyó únicamente en el desarrollo social del país pero no en el desarrollo de un modelo económico que sostuviera la inversión social y realmente pensó muy poco en el ambiente, más allá de la aprobación de algunas leyes, como la Ley Penal del Ambiente, donde se habla de los tribunales ambientales que solo existen en el papel.

El hoy extinto Ministerio del Ambiente, era un ente burocrático, muy pesado, con poco presupuesto y donde no se empleaba gente nueva, en lo personal fui pasante de dicho Ministerio, donde nunca me pagaron un sueldo por el trabajo que hacía, a pesar que a la empresa privada si se le exigía un pago a sus pasantes.

Habían pocos vehículos, si algún ciudadano necesitaba una inspección debía ir a buscar al funcionario del ministerio del ambiente para llevarlo hasta el lugar de la inspección, me imagino que esperaban que alguien que está infringiendo alguna ley ambiental vaya a buscar al funcionario que lo va a sancionar, parece estúpido y lo es.  

Pero cuando veíamos el presupuesto del ministerio del ambiente nos dábamos cuenta que el mismo era risible con respecto a un ministerio como el de la Vivienda, al gobierno bolivariano no le interesa que algún técnico ambiental le diga que ahí no puede construir una vivienda, eso le restaría votos.

Existe una jocosa historia en la que un alcalde de algún municipio del estado Mérida, dice que rellenen una grieta de unos 5 metros de ancho y de gran longitud para construir viviendas ahí y un funcionario de la alcaldía, un técnico ambiental le dice que no pueden hacer eso porque esa es una falla geológica, es una historia real.

El antiguo ministerio del poder popular para el ambiente, tendría una efectividad en fiscalización de entre 15 y 35%, existían muchos delitos ambientales que no eran sujeto de sanción por la precariedad presupuestaria. En cuanto a la investigación ambiental y recopilación de datos de calidad ambiental, eran casi nulos, con excepción de algunos funcionarios que hacían una labor heroica, trabajando casi con las uñas para generar información ambiental.

Ante este panorama, se realizó una fusión y luego la creación del actual Ministerio de Ecosocialismo y Aguas. Tómese en cuenta que se suprimió el ministerio, se fusionó con otro, se volvió a separar y se le cambio el nombre de manera radical, esto dejó al ministerio en una situación legal deplorable, y a sus funcionarios como pajaritos en grama, y aquí viene la parte curiosa.

Hace pocos días el gobierno de Nicolás Maduro dio una serie de concesiones mineras, incluso a empresas como la Gold Reserve, que había sido sancionada por el anterior ministerio del Ambiente, y sacada del país por el anterior gobierno, sin embargo, se les entregó gran parte del territorio con grandes reservas de oro, todo esto sin estudios de impacto ambiental, sin discusión, bueno como quien vende un carro de su propiedad. Parece un plan muy bien pensado, y nos preguntamos, ¿ante qué clase de gobierno estamos?

Pero, ¿cuál es la solución? Nuestra constitución aboga por un desarrollo sustentable, alcanzar un equilibrio entre lo económico, lo social y lo ambiental, para ello debemos administrar de manera racional nuestros recursos naturales.
Es necesario que exista una vicepresidencia que promueva el desarrollo sustentable y que rija toda la política de desarrollo económico, social y político del país, bajo esta premisa.

Es necesario completar el proceso de ordenamiento territorial comenzado en 1983, municipalizar los planes de ordenamiento territorial y los permisos para desarrollar cualquier actividad económica que implica el aprovechamiento de los recursos naturales.

Como ya dijimos antes se deben crear zonas económicas especiales, donde se promuevan actividades económicas según las potencialidades de cada región del país. Se deben crear normas ambientales más específicas para cada región del país según sus particularidades  y crear todos los enlaces institucionales a nivel municipal que permitan desarrollar al país de manera sostenible.


Esta entre otras cosas, deberían regir los planes de desarrollo nacional, ante el panorama actual nos preguntamos, ¿cuáles serán las consecuencias de las acciones del actual gobierno venezolano?


Carlos Leal Ollarves
Licenciado en Estudios Ambientales 
Maestrante en Gestión de Recursos Naturales Renovables y Ambiente (con énfasis en Estudios de Impacto Ambiental

El pensamiento ambientalista de Simón Bolívar: El discurso de Angostura


El 15 de febrero de 1819, se instaló el congreso de Angostura que proclamó la República de Colombia (conocida en la historia como la Gran Colombia), en este fragmento de dicho discurso del Libertador se evidencia la fuerte conexión que sentía con la naturaleza y la importancia de los recursos naturales que se reunían con la unión de Venezuela, la Nueva Granada (Colombia) y Quito (Ecuador), esfuerzo que se vería truncado 11 años después con la disolución de dicha república. A continuación un extracto del discurso. 
“Al contemplar la reunión de esta inmensa comarca, mi alma se remonta a la eminencia que exige la perspectiva colosal, que ofrece un cuadro tan asombroso.
Volando por entre las próximas edades, mi imaginación se fija en los siglos futuros, y observando desde allá, con admiración y pasmo, la prosperidad, el esplendor, la vida que ha recibido esta vasta región, me siento arrebatado y me parece que ya la veo en el corazón del universo, extendiéndose sobre sus dilatadas costas, entre esos océanos, que la naturaleza había separado, y que nuestra Patria reúne con prolongados y anchurosos canales.
Ya la veo servir de lazo, de centro, de emporio a la familia humana: ya la veo enviando a todos los recintos de la tierra los tesoros que abrigan sus montañas de plata y de oro; ya la veo distribuyendo por sus divinas plantas la salud y la vida a los hombres dolientes del antiguo universo; ya la veo comunicando sus preciosos secretos a los sabios que ignoran cuan superior es la suma de las luces, a la suma de las riquezas, que le ha prodigado la naturaleza.
Ya la veo sentada sobre el Trono de la Libertad empuñando el cetro de la Justicia; coronada por la Gloria, mostrar al mundo antiguo la majestad del mundo moderno”
Simón Bolívar
En la ciudad de Angostura (actual Ciudad Bolívar, Venezuela), el 15 de febrero de 1819.

Las contradicciones del modelo socialista bolivariano y el desarrollo sostenible


Venezuela está atravesando un período similar al que atravesó la República Popular China después de la muerte de Mao Tse Tung, lo dije en el anterior artículo, tras la muerte del líder de la revolución cultural, China atravesó una fuerte crisis económica y un estancamiento en el desarrollo del país, a lo que el gobierno chino respondió con una serie de reformas económicas, que incluyeron la creación de zonas económicas especiales, reducción de impuestos entre otros beneficios fiscales a la inversión extranjera, además de ofrecer la mano de obra barata de sus habitantes y permitir la entrada de cierta cantidad de técnicos extranjeros.

El error del modelo socialista venezolano fue creer que solo de pan vive el hombre, es decir, que solo con vender petróleo iban a solucionar los problemas del país, las empresas del Estado resultaron ser un fracaso, con ciertas excepciones, vimos desfilar una serie de gerentes corruptos que no hicieron más que robar y quebrar empresas del Estado.

La crisis venía avanzando lentamente, en 2010, estuve en Barinas como estudiante de pre-grado, y visitamos la empresa socialista Florentino, que tenía como objetivo aumentar el ganado en la región llanera, pero lejos de mostrarnos cómo se producía, los encargados nos atendieron en el estacionamiento, y solo se limitaron a contarnos la historia de la empresa, se notaba poca actividad en la misma, meses después el ministro de agricultura de entonces, Juan Carlos Loyo, solicitaba al entonces presidente de Venezuela Hugo Chávez, un punto de cuenta para inyectarle recursos a la empresa, ahí estaba la respuesta, la empresa estaba quebrada.

Pero, ¿por qué fracasaron estas empresas y se convirtieron en nidos de corrupción?, la razón es que muchos ciudadanos venezolanos tienen una serie de anti-valores que el mismo socialismo intenta eliminar que son el individualismo y el egoísmo, por eso los gerentes se roban el dinero de las empresas y realmente no les interesa en lo más mínimo su éxito, y presentan otra característica: no tienen sentido de pertenencia, no les interesa el desarrollo de su propio país, sino su enriquecimiento.

Esta es una de las principales razones del fracaso del modelo socialista como lo ha conceptualizado el chavismo desde el año 2006, el Estado no puede ser dueño de todas las empresas. El modelo pisoteo el emprendimiento, no alentó el crecimiento de la pequeña y mediana empresa, no vamos a decir que lo prohibió pero truncó su camino de distintas maneras.

El caso de las fincas expropiadas es el mejor de los ejemplos, las mismas constituían latifundios, pero en vez de dividir esas fincas en porciones más pequeñas, repartir las tierras a los trabajadores del campo, normar el uso de las mismas, por ejemplo: aquellas con vocación para ganadería, debían ser usadas para tal fin, mezclándolas con sistemas agroforestales. Se crearon empresas socialistas que no digamos que fracasaron al 100% pero si en un gran porcentaje, y es por la misma razón “la empresa no es mía no tengo que hacerla crecer” y solo buscaban los beneficios a corto plazo.

En respuesta a eso, ¿cuál debe ser el camino a seguir en Venezuela? El emprendimiento, es ahora cuando Venezuela necesita un gran movimiento que promueva el emprendimiento en el país, muchos de los jóvenes que han migrado querían tener sus propias empresas, tenían ideas para el desarrollo del país pero han sido invisibilizados por las políticas públicas, que al menos hasta hoy, relegaron a la pequeña y mediana industria a un segundo lugar.

Carlos Leal Ollarves
Licenciado en Estudios Ambientales 
Maestrante en Gestión de Recursos Naturales Renovables 




El motor minero, las concesiones y los impactos ambientales




En días pasados vimos cómo el Gobierno venezolano emprendió una nueva serie de medidas económicas, como lo dijimos en nuestro artículo anterior, el gobierno Bolivariano acudiría a la minería para tratar de salir de la crisis, lo cual ocurrió. Pero lo más sorprendente fueron las concesiones y a quién fueron otorgadas.

Por otro lado, sorprendió la creación de la Compañía Anónima Militar de Industrias Mineras, Petrolíferas y de Gas (CAMINPEG), compañía adscrita al Ministerio de la Defensa, lo cual constituye un hito en la historia de Venezuela, donde nunca antes la Fuerza Armada había sido autorizada para extraer Recursos Naturales, pues su función es defender esos recursos y no explotarlos, la pregunta que surge es ¿Cuáles son las consecuencias de esta decisión del presidente Nicolás Maduro?

Lo de CAMINPEG tiene gran resonancia porque el sistema militar tiene autonomía del mundo civil, por ejemplo, existe la justicia militar, la contraloría de la FANB, la fiscalía general militar, pero los civiles no intervenimos en este sistema, al menos el ciudadano común no podrá hacer contraloría social de esta empresa, y es lo más preocupante.

Ahora vayamos a las concesiones otorgadas, el gobierno de Venezuela otorgo una concesión a la empresa canadiense Gold Reserve, esto parece paradójico pues Canadá es uno de los países que más férrea oposición a puesto al modelo bolivariano, algunos dirán que las transnacionales no tienen fronteras y es verdad, pero este es un gobierno que siempre se opuso a que las manos imperiales se aprovecharan de los Recursos Naturales de Venezuela.

Pero más allá de los aspectos políticos, es que la concesión otorgada es para minería a cielo abierto, es decir, no se va a instalar tecnología, no va a existir una planta de procesamiento del oro, que son menos impactantes al ambiente, simplemente se va a extraer. Se aprovechó la coyuntura económica para no hacer ningún estudio de impacto ambiental de los proyectos que se llevarán a cabo en el motor minero, es cierto que estamos en una crisis pero no debemos caer en la desesperación, cuando ni siquiera se ha acudido a un plan de austeridad económica, con reducción del aparato del Estado.

Lo más preocupante es que las empresas mineras de Canadá estén entrando en América Latina, como si se tratase de una invasión silenciosa, ya están en países como Perú, Colombia y la República Cooperativa de Guyana, si, en nuestro Esequibo estas empresas explotan nuestros recursos y ahora nosotros les abrimos las puertas para que se lleven el oro que queda de este lado.

Con estas medidas el gobierno de Nicolás Maduro, adquiere similitudes históricas con países como China luego de la muerte de Mao Tse Tung, cuando China se abrió a las inversiones extranjeras de los países capitalistas a los que se había opuesto.

Pero más allá de eso, ¿qué va a pasar con la contaminación en el lugar de las concesiones?, tenemos normas técnicas ambientales sobre la calidad del agua pero lo que pocos saben es que las condiciones de los ecosistemas no son iguales en toda Venezuela. Entonces, necesitamos estudios que establezcan los niveles de calidad ambiental que las compañías estén obligadas a respetar.

Debemos exigirles medidas ambientales de prevención, mitigación, compensación y control de los impactos ambientales generados por las actividades mineras, pero un momento, eso debe hacerse antes de darles la concesión, ya se la otorgaron.


Esto es muy preocupante y hasta ahora solo hemos visto dos puntos del problema, no hay discusión de este tema, no hay información oficial, el ministerio de ecosocialismo y aguas, solo existe en el papel y en las palabras románticas y mientras tanto otros se dedican a posicionar hashtags en Twitter.

Carlos Leal Ollarves
Licenciado en Estudios Ambientales 
Maestrante en Gestión de Recursos Naturales Renovables y Ambiente (con énfasis en Estudios de Impacto Ambiental

La salida a la crisis económica de Venezuela: desde la visión ambiental



 Empezaré este artículo con una frase polémica, muy polémica, Venezuela no tiene una crisis económica, dicho esto diré que nuestra Nación atraviesa una crisis de liquidez financiera, y más adelante argumentaré el por qué.

Ahora haré una comparación bastante fuera de lugar, comparar a Venezuela con Haití, el segundo es un país históricamente pobre, que agotó en el siglo XX, todos sus recursos naturales, por diversas razones Haití nunca pudo desarrollarse y terminó vendiendo todos sus recursos naturales, mayormente madera sin procesar a otros países.

Ahora Venezuela, era un país poco desarrollado a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, era de los primeros exportadores de cacao y café del mundo, el café y el cacao venezolano son considerados los mejores del mundo, cosa que nos llena de orgullo, ese orgullo que mezclado con nuestra venezolanidad nos hace sentir reyes del mundo.

El café venezolano es del tipo arábico, y su intenso aroma te dice que es el mejor, el cacao venezolano posee varios tipos, el mejor es el cacao porcelana, en verdad es el mejor del mundo, se da en el Sur del Lago de Maracaibo, y es referencia para elaborar los mejores chocolates.

Con respecto al café nuestro gobierno decidió regularlo, eliminando progresivamente la competitividad y rentabilidad de cultivarlo en Venezuela, personalmente vi a productores de café convertirse en ganaderos y el cacao, bueno es otra historia, los grandes cacaos, así llamaban a los productores más grandes, se acabaron cuando llegó el petróleo.  

Es así al llegar el petróleo, la producción de café y cacao cayó, como cae la curva de vitalidad en los seres humanos a medida que envejecen, claro que una cosa es cultivar y otra es sacar dólares del suelo, que es básicamente la producción petrolera, solo extraemos algo la naturaleza creó en miles de años.

Cuando Juan Vicente Gómez, el dictador venezolano que gobernó 27 años, murió en 1935, Venezuela era el primer productor de petróleo del mundo, tan importante fue nuestro petróleo que movió los tanques M4 Sherman e hizo volar a los P-51 Mustang en la segunda guerra mundial, al mismo tiempo nos íbamos olvidando del campo, y Venezuela pasó de tener 80% de población rural a tener 10% en la actualidad.

Se volvió famosa la frase “Hijo, usted va a estudiar ingeniería petrolera”, y cuando los precios del petróleo llegaron a USD 100 y hasta 150 dólares, literalmente estábamos nadando en petrodólares, cuando el precio de la caraota negra subió el gobierno bolivariano, lo “solucionó” regulando el precio, luego la caraota negra desapareció y nuestro gobierno volvió a “solucionarlo” importando caraotas negras de Nicaragua, ciertamente sobraba el dinero y así se solucionaba.

Y ahora que el precio del petróleo bajó a 20 dólares por barril, nuestro gobierno dice que el modelo rentista petrolero fracasó, pero un momento, era lo único que hacíamos: vender petróleo y ser felices, claro eso no desarrolla a un país y no se alcanza la anhelada suprema felicidad para el pueblo. Pero no voy a hablar de eso ahora.

Dije que Venezuela tenía una crisis de liquidez financiera y la tiene, en pocas palabras no hay dólares, entonces el gobierno nos habla del turismo, y nos dice que el turismo es la entrada de dólares inmediata para el país, cosa que es cierta, pero todo proyecto turístico tiene antes de comenzar una externalidad terrible, la delincuencia.

Luego nos habla de la agricultura, nos dicen que el campo es una opción viable para desarrollar al país, cosa que también es cierta, pero actualmente atravesamos el fenómeno del niño, que genera prolongados períodos de sequía, aunado al hecho que no hay suficientes sistemas de riego, no hay suficiente personal técnico agrícola, entre otros problemas.

Entonces, nos queda la minería, extraer minerales, al igual que el petróleo, es lo más rápido, es cierto, los ambientalistas más radicales dirán que es un crimen, pero son Recursos Naturales y tarde o temprano alguien los usará, lo que preocupa es cómo lo harán, surgen preguntas como: ¿qué impactos ambientales surgirán de estos planes de minería en medio de la crisis?

Actualmente en Guayana y Amazonas, los llamados garimpeiros extraen el oro y el coltán indiscriminadamente, y se lo llevan del país sin que nos deje ni una sola ganancia. Para quienes no saben el coltán es un mineral utilizado para las telecomunicaciones, es decir está en satélites y celulares, entre otros aparatos, por lo tanto es un mineral estratégico.
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Ciertamente, no podemos evitar que extraigan estos minerales, pero si debemos regularizar esa actividad, para evitar más daños ambientales y más perdidas económicas.

 Hemos hablado de solo dos minerales que podrían sacarnos de la crisis, sin hablar de los diamantes, no voy a extenderme en eso, pues la ya PDVSA lo está estudiando, pero vemos que nuestro gobierno no tiene un plan para regular la extracción de esos minerales, que solo puede hacerlo la Fuerza Armada, a través de la coerción para sacar a los garimpeiros, sino que está intentando hacer que el precio del petróleo suba, cosa muy difícil.

Ahora ¿qué deberíamos hacer para salir de la crisis?, lo primero sería alentar el emprendimiento, financiar a pequeños empresarios, darles confianza, dejando claro que no habrá más expropiaciones, a su vez deben crearse zonas económicas especiales, con incentivos a empresas que se instalen allí.
Por ejemplo, empresas que se instalen en zonas cercanas al Sur del Lago de Maracaibo, donde se produce plátano, carne, queso y cacao entre otros, y que produzcan insumos para el desarrollo de estos rubros, tendrán beneficios fiscales los primeros tres años de funcionamiento, desarrollando centros poblados cercanos como El Vigía, estado Mérida, Caja Seca, estado Zulia, y otros poblados que están en el eje de la carretera panamericana y donde existe pobreza y desempleo.

En cuanto a la agricultura, es necesario, recuperar las estaciones climatológicas de Venezuela, para monitorear los efectos del cambio climático en el país y realizar planes de riego, muchos ya existen, pero es necesario enseñar al productor a realizar el riego según las necesidades de la planta y las precipitaciones que se dan en la zona, y más allá de eso ejecutar proyectos de extensión rural para volver al campo.

Con respecto a la minería, es necesario que se haga una planificación bajo las premisas del desarrollo sostenible y crear normas sobre el aprovechamiento de cada mineral, y generar impuestos ambientales, es decir que extraigan los minerales y mantengan el equilibrio ambiental en el lugar, con impuestos que se destinen a la restauración de esos lugares.

En conclusión, a diferencia de países que no poseen recursos naturales, nosotros si podemos salir de la crisis administrando nuestros recursos naturales, la cuestión es que debemos olvidarnos un rato del petróleo, hacer de cuenta que no lo tenemos y empezar a exportar al menos a nuestro ámbito más cercano, el Caribe.  

Carlos Leal Ollarves
Licenciado en Estudios Ambientales 
Maestrante en Gestión de Recursos Naturales Renovables y Ambiente (con énfasis en Estudios de Impacto Ambiental