Venezuela está atravesando un período similar al que atravesó
la República Popular China después de la muerte de Mao Tse Tung, lo dije en el
anterior artículo, tras la muerte del líder de la revolución cultural, China
atravesó una fuerte crisis económica y un estancamiento en el desarrollo del
país, a lo que el gobierno chino respondió con una serie de reformas
económicas, que incluyeron la creación de zonas económicas especiales,
reducción de impuestos entre otros beneficios fiscales a la inversión
extranjera, además de ofrecer la mano de obra barata de sus habitantes y
permitir la entrada de cierta cantidad de técnicos extranjeros.
El error del modelo socialista venezolano fue creer que solo
de pan vive el hombre, es decir, que solo con vender petróleo iban a solucionar
los problemas del país, las empresas del Estado resultaron ser un fracaso, con
ciertas excepciones, vimos desfilar una serie de gerentes corruptos que no
hicieron más que robar y quebrar empresas del Estado.
La crisis venía
avanzando lentamente, en 2010, estuve en Barinas como estudiante de
pre-grado, y visitamos la empresa socialista Florentino, que tenía como
objetivo aumentar el ganado en la región llanera, pero lejos de mostrarnos cómo
se producía, los encargados nos atendieron en el estacionamiento, y solo se
limitaron a contarnos la historia de la empresa, se notaba poca actividad en la
misma, meses después el ministro de agricultura de entonces, Juan Carlos Loyo,
solicitaba al entonces presidente de Venezuela Hugo Chávez, un punto de cuenta
para inyectarle recursos a la empresa, ahí estaba la respuesta, la empresa
estaba quebrada.
Pero, ¿por qué fracasaron estas empresas y se convirtieron
en nidos de corrupción?, la razón es que muchos ciudadanos venezolanos tienen
una serie de anti-valores que el mismo socialismo intenta eliminar que son el
individualismo y el egoísmo, por eso los gerentes se roban el dinero de las
empresas y realmente no les interesa en lo más mínimo su éxito, y presentan otra
característica: no tienen sentido de pertenencia, no les interesa el desarrollo
de su propio país, sino su enriquecimiento.
Esta es una de las principales razones del fracaso del
modelo socialista como lo ha conceptualizado el chavismo desde el año 2006, el
Estado no puede ser dueño de todas las empresas. El modelo pisoteo el
emprendimiento, no alentó el crecimiento de la pequeña y mediana empresa, no
vamos a decir que lo prohibió pero truncó su camino de distintas maneras.
El caso de las fincas expropiadas es el mejor de los
ejemplos, las mismas constituían latifundios, pero en vez de dividir esas fincas
en porciones más pequeñas, repartir las tierras a los trabajadores del campo,
normar el uso de las mismas, por ejemplo: aquellas con vocación para ganadería,
debían ser usadas para tal fin, mezclándolas con sistemas agroforestales. Se
crearon empresas socialistas que no digamos que fracasaron al 100% pero si en
un gran porcentaje, y es por la misma razón “la empresa no es mía no tengo que
hacerla crecer” y solo buscaban los beneficios a corto plazo.
En respuesta a eso, ¿cuál debe ser el camino a seguir en
Venezuela? El emprendimiento, es ahora cuando Venezuela necesita un gran
movimiento que promueva el emprendimiento en el país, muchos de los jóvenes que
han migrado querían tener sus propias empresas, tenían ideas para el desarrollo
del país pero han sido invisibilizados por las políticas públicas, que al menos
hasta hoy, relegaron a la pequeña y mediana industria a un segundo lugar.
Carlos Leal Ollarves
Licenciado en Estudios Ambientales
Maestrante en Gestión de Recursos Naturales Renovables
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