En un artículo anterior se dijo
que Venezuela carecía de políticas ambientales reales, y lo es porque en
nuestra Nación la variable ambiental está relegada no a un segundo o tercer
lugar sino a un décimo o décimo primero, evidencia de esto es la actual crisis
por el acceso al agua que sufren muchas ciudades de Venezuela, como
Barquisimeto, Maracaibo, Valencia, entre otras.
Sobre las políticas de
planificación integrada de recursos hídricos de Venezuela, sabemos poco o nada.
Cuando se construye un embalse el mismo puede tener una vida útil de 40, 50, 60
años, es variable según distintos factores ambientales, como geología, textura
del suelo (Arena, limo o arcilla), entre otros, pero antes que el embalse
cumpla su vida útil y complete su proceso de colmatación (acumulación de
sedimentos en el vaso de la presa) se debe sustituir con un nuevo sistema de
abastecimiento de agua a la población, ya sea por pozos, nuevos embalses o
plantas desalinizadoras de agua como último recurso.
Entonces, la política de planificación
integrada de los recursos hídricos, debe responder a las demandas de
crecimiento poblacional del país, entre las ciudades que están creciendo con
mayor velocidad y las nuevas ciudades donde queremos promover el desarrollo
industrial del país. En todo caso, no hemos pensado cuándo nuestras grandes
ciudades como Maracaibo, Barquisimeto o Valencia llegarán al límite de su
capacidad de carga, las mismas ya están mostrando indicios de ello a través de
la escasez de agua, y el Estado ha respondido con cortes programados, donde
algunos habitantes tienen acceso al agua 3 o 4 días a la semana.
Pero no vemos un plan de
contención ante un problema que se agravará en los próximos cincos años, en el
caso de la ciudad de Barquisimeto desde hace 40 años, se ha venido construyendo
un embalse en el Parque Nacional Yacambú, denominado proyecto Sistema
hidráulico Yacambú-Quibor, tenía por objeto abastecer de agua a los campos
agrícolas de la depresión de Quibor, conocida como El Valle de Quibor, esta es
un área estratégica para la seguridad alimentaria de la Nación, y otra parte
del recurso hídrico vendría a abastecer a la población barquisimetana.
Pero este proyecto fue elaborado
hace 40 años, y ante el crecimiento poblacional de Barquisimeto, aunado a la
construcción de miles de viviendas nuevas en la ciudad por la Gran Misión
Vivienda Venezuela y las crecientes protestas por falta de agua en las
comunidades, ¿el Estado usará el agua de riego para la agricultura para
abastecer a la población?
Aunque bueno también es evidencia que desde
hace muchos años no hay planificación de los recursos hídricos, si bien el
Estado venezolano no ha hecho mucho sobre el abastecimiento de agua potable es
porque prefiere las represas para generación hidroeléctrica, en el año 2006 se inauguró la represa de Caruachi, y
en 2012 se inauguró Tocoma, forman parte
de los últimos represamientos a lo largo del río Caroní.
Si observamos un poco la historia
todo empezó en 1956, cuando el gobierno de Gral Marcos Pérez Jiménez planificó
la actual central hidroeléctrica Simón Bolívar mejor conocida como embalse El
Guri, en 1957 se comenzó su construcción truncada por el derrocamiento del Gral
Pérez Jiménez en 1958, la obra finalizó más de 20 años después en 1978.
Ciertamente, durante aquella
dictadura se descubrió el gran potencial hidroeléctrico de la cuenca del río
Caroní que se materializaría con la construcción de los embalses El Guri,
Macagua I, II y III, Caruachi y Tocoma.
El río Caroní es nuestro brazo hidroeléctrico, pero ¿es necesario proteger la
cuenca hidrográfica del río Caroní?, ¿será necesario evitar los procesos de
erosión que pueden reducir la vida útil de nuestros embalses por acumulación de
sedimentos?
La textura del suelo se divide en
orden de tamaño de mayor a menor en Arena, Limo y arcilla, la arena tiene un
gran poder abrasivo, tan fuerte que el proceso de arenado consiste en lanzar
arena a alta presión para pulir metales, es usado para retirar la pintura de
los tanques de guerra. Ahora lo que pocos saben es que cuando existe
deforestación el agua de los ríos arrastra gran cantidad de sedimentos (rocas
de variado tamaño, arena, limo y arcilla), existen mecanismos para retener las
rocas de distintos tamaños según su granulometría pero la arena suele colarse y
su poder abrasivo va desgastando el metal de las turbinas de generación hidroeléctrica.
Ahora volvamos a una ciudad como
Barquisimeto cuyos sistemas de abastecimiento de agua tienen su inicio en
embalses sobre cuencas hidrográficas poseen gran contenido de arena por la
característica mayormente semiárida de las regiones larenses. El río Tocuyo
represado en el embalse Dos Cerritos, abastece de agua a los municipios Morán,
Jiménez e Iribarren (Capital Barquisimeto), pero como se dijo este río
atraviesa zonas semiáridas donde abunda la arena y esto provoca que los
sistemas de bombeo fallen por deterioro de las bombas, por la misma acción
abrasiva de la arena ya mencionada.
Pero, ¿dónde están los planes y proyectos
para el manejo de estas cuencas hidrográficas?, no existen, por eso decimos que
no existe mucho menos una política ambiental en el país, no se está haciendo
una gestión adecuada de los recursos naturales que sostienen nuestra sociedad.
Si observamos bien los grandes
problemas que afectan a Venezuela tienen conexiones con la variable ambiental,
esa que está en el último lugar de importancia, como hablamos el problema del
agua, de la energía, de la alimentación, de la contaminación atmosférica (Calima
en las ciudades), basura en las ciudades, incendios forestales, enfermedades
como el zika y la chinkunya, se parecen a las 7 plagas que azotaron Egipto, un
castigo de la naturaleza, pero no es más que un problema de gestión ambiental.
El gobierno nacional arrancó el
plan arco minero, para “salir de la crisis económica” esto se traducirá en la
deforestación de miles de hectáreas de bosque, contaminación de las aguas,
aumento de la erosión eólica e hídrica, alteración del equilibrio ecológico,
entre muchos otros impactos ambientales negativos, y la pregunta que queda en
el aire, ¿cambiará el régimen climático de Venezuela con todos estos
desequilibrios?
¿Qué nos espera en los próximos cinco
años?, si al sur de Venezuela están los mayores recursos hídricos de la nación,
¿por qué estamos dañando la única vía de escape para evitar la sobrepoblación
de nuestras grandes ciudades?, un ser humano puede vivir 8 días sin comer pero
solo 3 días sin beber agua, tres días con temperatura ambiental moderada claro.
Ante estos problemas pregunto,
¿por qué dejamos lo ambiental en el último lugar de importancia?
Carlos Leal Ollarves
Licenciado en Estudios Ambientales
Maestrante en Gestión de Recursos Naturales Renovables y Ambiente (con
énfasis en Estudios de Impacto Ambiental