Venezuela ha sido históricamente un país no expansionista, a
diferencia de lo que dicen nuestros enemigos; el venezolano, ciertamente, ha
ocupado muy poco sus territorios del sur, es por ello que la mayoría de la
población se ha ubicado al norte del país, cabe destacar, en la zona de mayor
riesgo sísmico y donde menores recursos hídricos existen, en comparación con
los que se encuentran a la margen izquierda del río Orinoco, es decir, los
territorios del sur.
Desde el punto de vista político, poco han importado estos
territorios, no determinantes en la balanza de poder, pero que poseen una
riqueza en Recursos Naturales, que no ha sido cuantificada pero que si se
hiciese no pasaría desapercibida como hoy en día.
Anteriormente, en mi artículo “Bolívar ambientalista:
Análisis sobre el decreto de preservación de las aguas de Simón Bolívar” hablé
del despojo que Venezuela sufrió con el Esequibo, y la falta de visión estratégica
que ha perseguido al país desde la muerte del Libertador, solo eclipsado por
algunos gobiernos nacionalistas.
Si nos remontamos a los hechos históricos, cuando el imperio
Inglés decidió despojarnos del Esequibo, no veía un territorio extenso e inhóspito
sino una posibilidad de hacerse con el poderoso río Orinoco, y como es bien
sabido nuestros gobiernos poco hicieron por defender la soberanía de Venezuela
sobre estos territorios, y dejaron que el Reino Unido, y hoy, la República
Cooperativa de Guyana, ejercieran la soberanía de facto, sobre territorios que
les pertenecen a Venezuela indiscutiblemente.
El proyecto más ambicioso para recuperar el Esequibo lo tuvo
el gobierno dictatorial del general Marcos Pérez Jiménez, quien tenía dos
opciones una ofrecer a los guyaneses adherirse a Venezuela como un Estado Libre
Asociado, estatus parecido al que hoy goza Puerto Rico con respecto a los
Estados Unidos, y el otro, quizás el que causaría más polémica hoy en día, un
conflicto bélico, por el que Venezuela se estaría preparando económica y
militarmente, tomando en cuenta la buena situación económica del país y la
modernización de las Fuerzas Armadas.
Ciertamente, fue ese gobierno militar, bien ubicado en la
estrategia y la geopolítica del país, el que pensó y planificó acciones para
recuperar el territorio Esequibo, la pregunta es ¿por qué otros gobiernos
civiles no pudieron pensar en este territorio como un tema de interés nacional,
más allá de las acciones políticas de los años 60?
El no tomar este tema como prioridad, ha hecho que Venezuela
pierda la batalla comunicacional, tan importante hoy como el teatro de
operaciones, al que tampoco se ha prestado mucha atención, más allá de las
investigaciones hechas por historiadores civiles y militares.
En el territorio Esequibo existen recursos naturales, tales
como, reservas forestales, bauxita, petróleo, uranio, diamantes, manganeso,
entre otros, que no han sido estudiados por nosotros los venezolanos como sus
dueños legítimos, sino que hemos sido pasivos, pero hoy que Guyana pretende
también quitarnos el mar, con sus recursos petroleros y gasíferos, si
reaccionamos, y acudimos a historiadores defensores de este tema, ignorados
durante mucho tiempo.
El hecho de dejar este tema en segundo plano puede ser un
talón de Aquiles en el futuro, así como el diferendo colombo-venezolano por el
Golfo de Venezuela, que como su nombre lo dice es de Venezuela, y que ha
sufrido bastantes intentos de ser arrebatado, sino recordemos la crisis de la
corbeta Caldas, en 1987, hecho que está bastante fresco en la memoria de
nuestra Fuerza Armada.
Lo peor que pudiésemos hacer como venezolanos, y patriotas,
es dejar estos temas al tiempo, y no resolverlos, bajo el escudo de las leyes
que nos amparan, es necesario, recuperar el Esequibo y defender nuestra
soberanía sobre el golfo de Venezuela, y no esperar a que nuestro país sea
mutilado nuevamente.
Carlos Leal Ollarves
Licenciado en Estudios Ambientales
Maestrante en Gestión de Recursos Naturales Renovables y Ambiente